viernes, 29 de abril de 2011

Un poquito más sobre las creencias

     Quería añadir, a los dos artículos anteriores relacionados con las creencias, que estás junto con la autoestima y el entorno, interaccionan para formar nuestra Identidad. Queda claro que las creencias condicionan nuestra vida, pero estas se pueden cambiar y renovar, siempre que la persona lo crea necesario.  Cuando quieras cambiar una creencia, hazla consciente y preguntate ¿El porqué de esa creencia? ¿Es racional? Pero intentar cambiar las creencias de otras personas, es una tarea bastante difícil, por no decir, casi imposible, porque no es sino uno mismo quien tiene que reflexionar sobre si esa creencia adquirida, es racional, tiene sentido y nos sigue siendo útil. 
     En ocasiones, uno actúa en contra de sus creencias. Hace o dice lo contrario que lo que piensa para complacer a otros. Cuando hago esto dejo de ser YO mismo, pierdo mi libertad, porque me puede crear disonancia. La libertad personal va unida a la dignidad de la persona y esta es un valor fundamental de toda persona. 
     Cuando uno tiene miedo, inseguridad y desconfianza en si mismo, puede actuar en contra de lo que cree para ser aceptado por otros o para no crear conflictos, dejando que sean  los demás los que siempre acaben  haciendo lo que piensan. Pero esto no hace nada más que acrecentar su malestar. Cada vez que  uno actúa contrario a sus creencias, es dar un paso atrás y ceder el terreno de su libertad. En un primer momento uno puede pensar que ha resuelto o ha evitado el problema, pero a la larga uno es consciente de que no ha sabido enfrentarse o posicionar lo que piensa,  lo que repercute en la salud de su autoestima.  
      Con todo esto no quiero decir, que en un determinado momento uno no pueda actuar cediendo un poco de terreno y siendo un poco flexible y tolerante. Pero siendo consciente y a sabiendas que no esta actuando en contra de sus creencias, únicamente que en ese momento concreto a querido hacerlo de esa manera.

domingo, 24 de abril de 2011

Apoyo Social

     Desde hace unos años, se viene observando los beneficios que reporta el apoyo social en la salud y en el bienestar psicológico. La familia, los amigos  vecinos, compañeros y nuestras redes sociales nos ofrecen beneficios desde muy distintas facetas. 
     El apoyo social es muy importante para la prevención de enfermedades y el bienestar psicológico, ya que estas redes sociales nos ayudan a afrontar los problemas y a eliminar el estrés, tan dañino para la salud. Nos ayuda a prevenir enfermedades, a enfrentarnos a ellas y a recuperarnos más rápidamente cuando las contraemos. Hay estudios que demuestran que personas que han sufrido un infarto, se recuperaban mejor cuando tenían una buena red de apoyo, que cuando carecían de ella. Además se han realizado estudios con personas enfermas, y aquellas que tenían mayor apoyo presentaban menos sintomas de la enfermedad que aquellos otros con una menor red de apoyo.
     El apoyo social nos proporciona apoyo emocional,  consistente en empatía, amor y confianza. Nos proporciona recursos, tanto materiales como afectivos. Todo ello ayuda a enfrentarnos a los problemas diarios, disminuyendo la sensación de amenaza al sentirnos apoyados y tener la percepción de ser más competentes, lo que redunda en una aminoración de las consecuencias negativas. 
     Lo importante en si del apoyo social, no es tanto la cantidad de miembros que tengamos en nuestra red, sino de la calidad de las relaciones, así como también dependerá del tipo de problema y la situación concreta con que nos encontremos.
     Como veís el tener apoyo nos ayuda gratamente al mantenimiento y cuidado de nuestra salud. Así  que cuidar aquellas relaciones familiares, afectivas y de amistad que son benficiosas.  
     Con todo esto, quizas tenga sentido el refrán que dice "hay que tener amigos hasta en el infirno".

martes, 19 de abril de 2011

Como pueden ser las creencias

     Hay diversos tipos de creencias dependiendo de varias clasificaciones. Las hay globales, sobre una creencia hacia el mundo. Las hay más específicas, hacia algo concreto. Pueden clasificarse en base a los ideales políticos, religiosos o incluso científicos. Pero tambien se pueden clasificar según nos ayuden o no a afrontar la vida diaria. Y esta clasificación es:
     Creencias Limitantes: Son aquellas ideas, actitudes y conductas, que tomamos como verdaderas, y que hemos ido adquiriendo, normalmente de forma incosciente. Son creencias sobre nosotros, que están basadas en falsas ideas, o que aun habiendo sido verdaderas o útiles en el pasado, hoy por hoy no lo son. Este tipo de creencias nos limitan en nuestro crecimiento personal, nos restan libertad y dañan nuestra autoestima. Creencias del tipo "yo no puedo hacer tal trabajo", "no puedo hacer amigos" u otras creencias de este tipo, que hemos ido adquiriendo por lluvia fina desde niño,  por frases como "eres un zoquete y nunca vas a ser nada en la vida", "eres un soso y nunca vas a tener amigos". Sin darnos cuenta vamos aceptando esas ideas que otros o incluso nosotros vamos tomando.Teniendo este tipo de creencias, en ocasiones nos quedamos sin hacer o decir algo que pensamos, por miedo al fracaso, o renunciando al primer revés que tengamos.
     Creencias Potenciadoras: Este tipo de creencias se refieren a aquellas, que al contrario de las limitantes, nos ayudan a crecer, a creer en nosotros y a mantener una alta autoestima. Expresiones del tipo "tu puedes hacer todo lo que te propongas", "eres un estudiante buenísimo" o "eres el mejor", nos ayudan a prosperar, a emprender acciones y a seguir cuando tenemos un traspies.  
     Como norma general, que duda cabe, que las creencias potenciadoras son las más adaptativas y las que más nos ayudan a afrontar los problemas y retos que se nos presentan en el día a día. Pero debemos de tener cautela, en el sentido, de que debemos también ser realistas y no caer en una falsa sensación de poder o de invulnerabilidad. 

martes, 12 de abril de 2011

¿Que son las Creencias?

     Las Creencias, son ideas preconcevidas que las personas poseemos sobre multitud de facetas de nuestra vida y que aceptamos y damos por supuesto que son  verdaderas. Pueden ser  ideas politicas, religiosas, morales, formas de actuar y de pensar.  Estas creencias las vamos adquiriendo desde que nacemos a través de la experiencia. Y nos son útiles, porque  nos ayudan en la adaptación a nuestro entorno y a mantener una seguridad sobre situaciones similares y a predecir otras.
     Las primeras experiencias que mantenemos, son por interacción con nuestros padres. La crianza, sus ideas, su moral y la forma en que los vemos actuar, van forjando nuestras creencias, la mayoría de las veces por lluvia fina, es decir, poco a poco y sin darnos cuenta. 
     En fases posteriores y conforme nos vamos relacionando con el entorno y manteniendo relacciones interpersonales, son el colegio y grupo de amigos. Pero además, podemos formarnos creencias, sin haber tenido una experiencia previa sobre algo determinado, como cuando vemos a una persona y directamente decimos que no nos gusta o no nos cae bien. Y si nos preguntan porqué, simplemente decimos "no lo sé, pero se que no me cae  bien".  Cuantas veces, no hemos sabido dar explicación a pensamientos de este tipo, pero tenemos clara esa idea.   
     Pero ¿Nos hemos planteado si esas creencias son verdaderas? En multitud de ocasiones, mantenemos creencias que nos han trasmitido nuestros padres, como por ejemplo, "que los hombres no lloran". Esta  creencia pudo ser útil en el pasado, pero no por ello quiere decir que sea cierta o que pueda ser  útil  ahora.  De sobra sabemos, que todas las personas lloran, y que por llorar, no se es ni menos hombre, bueno, ni menos persona que otra.  
     Las creencias nos ayudan a predecir y a sostener determinadas situaciones, pero debemos de ser racionales y mantener aquellas que hemos evaluado con detenimiento y que no estan basadas sobre pensamientos irracionales o infundados.
    
     


jueves, 7 de abril de 2011

Unas breves pautas para ser feliz.

     Estas son de manera resumida, unas breves pautas que os van hacer sentir mejor y más positivos.


- Conocete y Se tu mismo. Manten tu identidad. Conocete con tus defectos y tus virtudes. Todos tenemos defectos y aunque no nos gusten o nos sintamos incomodos con ellos, forman parte de nuestra identidad. Si puedes cambiarlos, por que es lo que deseas, hazlo. Si no puedes,  no los reprimas por que al final te haran daño. Aprende a vivir con ellos y te sentirás mejor. De las virtudes, que decir, difruta de ellas y aprovechalas.
- Se fiel a tus valores. Actua de acuerdo a tus valores y aquello en lo que crees, para evitar disonancias y poder mantener el bienestar psicologico.
- Quierete y respetate. Quierete tu el primero. El quererte no implica ser egoísta, sino todo lo contrario. Cuando tu te quieres, te sientes feliz y a partir de ahí harás feliz a los que estan a tu alrededor.
- Se Asertivo. Defiende aquello en lo que crees. Di lo que piensas. No hace falta discutir ni enfadarse para  ser asertivo. Simplemente di las cosas con buenas palabras, con un tono calmado. Si la gente no quiere escuchar, no es problema tuyo, el problema es de ellos.
- Se positivo. Mira el lado bueno de las cosas. Manten una actitud positiva ante la adversidad. El ser negativo no va a solucionarte el problema.  Aunque las cosas que hagas no salgan como tu deseas,  no desesperes, porque de los errores tambien se aprende.  
- Disfruta de las pequeñas cosas.  Dale valor a los momentos cotidianos. A esa comida que tanto te gusta, ese momento de tranquilidad, del camino al trabajo, del partido de futbol o de la cervecita. 
- Da valor a tus logros. Felicitate y alegrate por aquello que consigas. Y no te martirices por aquello que no consigas, sigue intentandolo.
- Rodeate de la gente que te quiere. Amigos y familiares. El estar acompañado, cuando uno lo desea, el sentirse querido y apoyado, te da seguridad y tranquilidad. Ayuda a eliminar el estrés y a solucionar los problemas.  
     Y por último, recordar, que "recibimos aquello que transmitimos". Si emitimos felicidad y positividad a nuestro entorno, nuestro entorno es lo que nos  devolverá.
     






domingo, 3 de abril de 2011

¿Qué nos hace felices?

     Escuchamos continuamente a través de todos los medios de comunicación, que lo importante en la vida es ser feliz. Que duda cabe que es importantísimo estar feliz  y no triste, estar tranquilo con uno mismo, sentirse bien, por que nos ayuda a salvaguardar nuestro bienestar. Pero he dicho "estar feliz". Y es que lo primero que quiero recordar, es que la felicidad es una emoción, y como tal emoción, la felicidad no es algo que sea estable y  perdurable en el tiempo, sino algo transitorio. No estamos continuamente felices, sino que experimentamos momentos y situaciones felices. Al igual que la emoción de miedo, es algo momentáneo, debido a la situación, pero una vez que desaparecen las causas de esa situación, nuestra emoción de miedo se desactiva y el organismo vuelve a su linea base. 
     Una vez dicho esto, podemos entender que la felicidad contínua y perdurable no existe. Por eso buscar un estado constante de felicidad, nos puede llevar al lado opuesto de un contínuo al no conseguirlo. Por ello debemos de buscar cosas más sencillas, más al alcance de nuestra mano, del dia a dia. No marcarnos metas imposibles o que no dependan de nosotros. Nuestra felicidad depende de nosotros mismos.
     ¿El dinero nos da la felicidad? El dinero nos dá la felicidad, siempre que alguien, que no tiene cubiertas las necesidades básicas reciba dinero, le hará feliz, porque le ayudará a cubrir su escasez. Pero hay estudios que han demostrado, que una vez cubiertas esas necesidades básicas y un cierto nivel medio alto, el tener más dinero no le hace más feliz. 
     A veces pensamos que si nos tocara la lotería alcanzaremos un grado de felicidad muy intenso. Pero se ha comprobado que a las personas que han sido agraciadas por la lotería, sienten una intensa felicidad al principio, pero pasados unos seis meses, estas personas vuelven a ser lo felices que eran antes de que les tocara la lotería, es decir, vuelven a su nivel base de felicidad.
     En relación con las necesidades de las personas, acabo de recordar la prioridad de necesidades de "la piramide de Maslow". Como se puede observar en el cuadro de la derecha, según se van cubriendo las necesidades del estrato inferior, las personas intentamos alcanzar el siguiente superior, y así hasta intentar alcanzar el escalón superior. Cada vez que vamos alcanzando un escalón, nos va haciendo sentirnos mejor, nos da satisfación, seguridad, competencia y confianza. 
     Por suerte, no sólo lo material nos hace felices. El conseguir retos, metas, logros personales; tener relaciones de afecto, amorosas y de amistad, nos hace sentirnos felices.
     ¿Si la felicidad contínua no existe, tenemos que ser infelices a la fuerza? Ni mucho menos. Como he comentado, la felicidad es una emoción, y por lo tanto debemos de intentar de sentir esa emoción todo lo que podamos. Pero no es necesario que tengan que ser emociones cada vez más intensas, porque si pretendemos superar siempre un determinado nivel de intensidad para ser felices, pequeñas cosas que nos agraden o nos hagan sentir bien, no las percibiremos y las dejaremos escapar. Toda vez que, es menos frecuente alcanzar ese tipo de emociones intensas. 
     Para ser felices debemos de disfrutar del momento, de las cosas que hacemos por insignificantes que puedan parecer, dedicarnos tiempo a nosotros mismos, cosa que hoy en dia prácticamente no hacemos, por los quehaceres, las prisas y las obligaciones que nos buscamos. Rodearnos de la gente que nos quiere.  Ser nosotros mismos.

    

viernes, 1 de abril de 2011

Características de la Felicidad

     La felicidad, al igual que el resto de emociones, se ve afectada por diversos factores. Factores como la personalidad, las relaciones interpersonales, variables demográficas e incluso factores genéticos, hacen que influyan de una determinada manera en cada persona.

     ¿Existe algún tipo de personalidad que hace más felices a unas personas que otras? Existen personas optimistas y pesimistas. Las personas optimistas son aquellas que suelen valorar las situaciones de forma positiva,  ven el lado bueno de las cosas y la botella medio llena. 
     Además exiten unos rasgos de personalidad, que diferencia a la personas optimistas de las personas pesimistas. Exite un paradigma de rasgos, denominado "Los Cinco Grandes". Estos rasgos  se encuentran en un contínuo, es decir, en un extremo se encontraría el lado positivo del rasgo y en el otro extremo, el lado negativo, y en medio diferentes graduaciones del rasgo. Los  rasgos de  personalidad  que destaca "Los Cinco Grandes" son: Extraversión, Estabilidad Emocional (su contrario sería Neuroticismo), Apertura a la Experiencia, Amabilidad y Tesón. De estos cinco rasgos, los que más ligados estan a la felicidad, son el grado de estabilidad emocional y de extraversión. Pero esto no quiere decir que los introvertidos, no sean felices, sino que tienen una vida social, menos activa, aunque pueden llegar a ser igual de felices.
     La forma de relacionarse socialmente, es otra característica que favorece la felicidad. Las relaciones sociales son interrelaciones basadas en la confianza, el afecto, el apoyo o la intimidad, y esto hace que lleguemos a sentirnos más queridos y valorados. Otro aspecto importante es tener la percepción de alta Competencia y Autoeficacia, que desembocaría en mayor sensación de control y valía personal. 
      
     Como variables demográficas, tenemos la edad, el género, la raza y el estado civil. Diversos estudios han encontrado que al contrario de lo que podría pensarse, conforme envejecemos tenemos mayor sensación subjetiva de felicidad que los jóvenes. El  estado civil tambien imfluye en la felicidad.. Como norma general las personas casadas son más felices, cuando las relaciones funcionan, que aquellas personas que no tienen pareja. Y esto es debido a que es más fácil disipar el estrés mediante el apoyo de la pareja y la posibilidad de disponer de relaciones intimas. Entre las personas que no tienen pareja, los solteros son más felices que los separados o divorciados.
     En cuanto al género, las mujeres son a la vez más felices y más infelices que los hombres. Esto se debe a que las mujeres suelen experimentar mayor afecto negativo, pero tambien las emociones positivas las experimentan más a menudo y con mayor intensidad. Por contra los hombres experimentan las emociones tanto positivas como negativas con menor intensidad, fluctuando en niveles de felicidad más próximos a unos niveles medios. Estos niveles o valores medios de felicidad podrían venir determinados genéticamente.Y es que, parece ser que, al igual que heredamos ciertos rasgos, heredamos tambien un valor promedio, alrededor de un punto de ajuste o valor medio, sobre el cuál luego influirían el resto de factores.