domingo, 16 de octubre de 2011

¿Ocuparse o Preocuparse?

     A menudo en nuestro día a día nos encontramos con situaciones problematicas. Unas de gran transcendencia y otras no tanto, simplemente un pequeño contratiempo. Sin embargo hay veces, que aunque las situaciones problema sean intranscendentes, los pensamientos sobre tal situación son constantes en nuestra cabeza, lo que se viene a llamar rumiaciones. Estas rumiaciones, no hacen, sino aflorar en nuestra consciencia continuamente, interfiriendo negativamente en otras actividades y pensamientos y provocando preocupaciones innecesarias, lo que nos puede llevar a estados de ansiedad si las preocupaciones se mantienen en el tiempo.
     Hay problemas graves que tienen mala solución y otros que ni tan siquiera la tienen. Pero la gran mayoría de nuestros problemas cotidianos, son de fácil solución. Unos pueden tener una solución inmediata y otros transcurrido un periodo de tiempo breve y con poco esfuerzo, lo único que hay que hacer es Ocuparse de ello en el momento adecuado y prestandole la atención adecuada. 
     Pero existen personas que no han aprendido ha centrarse en el momento concreto y se dejan interferir por cualquier problema. Por ejemplo, una persona que ha tenido un pequeño problema en el trabajo y continúa durante todo el día rumiando sobre lo ocurrido. Sale a comer y sigue pensando en lo ocurrido en el trabajo, llega a casa y sigue rumiando, esta con los niños y sigue rumiando, y acaba el día y se va a la cama y sigue rumiando. Todas aquellas situaciones diferentes a la situación problema, se han visto interferidas por dicho problema. 
     Cuando una situación problema, interfiere en nuestra vida cotidiana, está claro que debemos de intentar solucionarla lo mejor y antes posible, pero cada problema tiene un momento específico y un lugar específico. Si el problema ha surgido en el trabajo, pensar recurrentemente cuando uno está en casa con los niños, no te va a ayudar a solucionarlo. En ese momento estás con los niños y debes prestarle la atención a lo que estes haciendo en ese momento. La solución al problema surgido en el trabajo, está en el ambiente del trabajo. 
     Preocuparse en exceso por un problema conlleva rumiaciones recurrentes, que influyen en otras situaciones o actividades, lo que puede llevar a que surja otra preocupación por no prestar toda la atención a esa nueva actividad. 
     Si el problema no tiene solución, aprende a afrontarlo, a buscar soluciones para evitar que vuelva a suceder. Si el problema tiene solución NO TE PREOCUPES, OCUPATE en el momento oportuno y no dejes que las rumiaciones afecten a las demás actividades.-