domingo, 26 de junio de 2011

El amor (Continuación)

     El amor tiene unos efectos subjetivos de diferente  indole, dependiendo del tipo de amor, como vimos en el artículo anterior.  
     En el caso del amor apasionado ó eroticísmo, se percibe un sentimiento muy intenso, de gran euforia y un deseo incontrolable de estar con la otra persona, incluso llegando a obnubilar mentalmente, idealizando en muchas ocasiones a la otra persona, minorizando sus defectos y maximizando aquello que encontramos deseable. 
     Con la intimidad de una pareja va unido un sentimiento de comunicación, de cercanía emocional y personal. 
     Con el compromiso se perciben sentimientos de aceptación y la capacidad para darlo todo por el otro.      
     Cuando alguien es amado se siente entendido, querido y aceptado por el otro, a la vez que experimenta seguridad. La sola presencia de la otra persona provoca sentimientos de bienestar, pudiendo llegar incluso a afectar al sistema inmunológico. En aquellas personas enamoradas y correspondidas, el sistema inmunológico tiene un mejor funcionamiento que aquellas personas que estando enamoradas no son correspondidas. 
     Cuando al amor apasionado, se unen otras emociones intensas como celos, alegria, tristeza, pueden resultar experiencias muy fuertes. De igual manera la risa, la excitación (en general) intensifican la pasión. Pero cuando una relación se rompe, las personas se sienten solas, se deteriora la autoestima y quedan vulnerables a posibles enfermedades tanto físicas como psíquicas.  
     En conclusión, deberemos de querernos más para no caer enfermos.
     

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